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Por Redacción , 22 de diciembre de 2020El médico que cambió a los chilenos: Menos desnutrición y mortalidad infantil gracias a la leche
El Dr. Fernando Monckeberg, una de las voces más autorizadas en la materia, sostiene con firmeza que "los lácteos son alimentos únicos en su tipo y son irremplazables" y agrega que “los detractores no tienen base" para rebatir sus beneficios.
“Chile y los chilenos debemos agradecer la visión del Dr. Fernando Monckeberg. La inclusión de la leche en los programas de alimentación estatal ligados a los controles de salud del niño sano lograron que la desnutrición y la mortalidad infantil quedaran atrás. Hizo a la leche protagónica y generó un desarrollo sectorial, impulsando la industria y la producción. Por eso es que desde nuestro programa Gracias a la Leche, buscamos presentar este logro histórico dando un justo homenaje a este investigador y especialista a quien le debemos muchísimo”, resaltó el presidente del Consorcio Lechero, Claudio Sarah, durante el homenaje que le hizo el sector lácteo nacional al Dr. Monckeberg, Premio Nacional de Ciencias 1998 y Premio Nacional de Medicina 2012, en el marco de la presentación oficial del libro “Lácteos: Nutrición y Salud”.
Historia
Chile de los años 60 y 70 era un país diametralmente distinto al de hoy. Nuestras cifras en lo económico eran muy discretas, con una dependencia brutal del cobre como sueldo de Chile y con parámetros sociales similarmente bajos a los de otros países latinoamericanos.
En salud pública, los indicadores eran malos. La mortalidad y la desnutrición infantiles eran altísimas y no había muchos avances.
¿Cómo era el Chile de los años ’50 y ’60?
Nuestros índices de desnutrición y mortalidad infantil eran complejos: de mil niños, 100 no sobrepasaban el año de vida: hoy, esa cifra llega a 6,63 por cada mil.
La desnutrición se redujo drásticamente: Entre 0 a 6 años, el porcentaje de niños con algún grado de desnutrición bajó desde un 37% en 1960, a 3,7% en 2002
¿Cómo impactó la leche?
El INTA y el Dr. Fernando Monckeberg fueron claves en colaborar en la creación de una política de nutrición y alimentación: más y mejor salud, mayor escolaridad, el analfabetismo prácticamente fue erradicado y la desnutrición también.
Desde el Estado chileno, se impulsó la distribución de leche unida a más visitas a los centros de salud primaria, a través del Control de Niño Sano. En 1974, la desnutrición aún afectaba al 16% de la población menor de seis años, mientras que la mortalidad infantil era de 64 por mil.
Entre 1960 y 2000, Chile redujo los índices de desnutrición infantil desde un 37% a menos del 1% en la actualidad. En esos años, el consumo per cápita de leche no era superior a los 40 litros per cápita. Hoy está en 150 litros per cápita, pero falta por hacerlo a los niveles de países desarrollados como Suecia, que está en los 340 kilos anuales. En nuestro continente,Uruguay está en 250 litros y Argentina está en 183 litros.
Consumo
¿Por qué la preocupación? Las cifras presentadas por FAO y otras instituciones en el “Panorama de la Seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2020”, que revelaron el aumento de la malnutrición infantil en zonas extremas de Chile, como también en América Latina y el Caribe, son una luz amarilla. “Es importante tener cuidado con la desnutrición, por lo que una vez más es clave aumentar el consumo de lácteos a nivel de la población, ya que cuando se dejan de integrar en la alimentación, aparecen las bebidas y jugos preparados, los cuales no aportan nutricionalmente e impactan negativamente en la obesidad y otras enfermedades”, resume el Dr. Rodrigo Valenzuela, autor del libro “Lácteos: Nutrición y Salud”.
¿Cómo lo hizo Chile?
La visión del Dr. Monckeberg hizo crecer a Chile. Al mejorar la nutrición de la madre embarazada, que accedió a una leche fortificada de altísima calidad en forma gratuita y con el mismo estándar que la disponible en supermercados, se logró un desarrollo y un control de salud muy valioso. Al nacer, el niño tuvo acceso a una mejor alimentación y salud: eso le ayudó a alcanzar un potencial mayor, con mejor inmunidad y con una infancia mucho más sana. Todo eso ha cambiado Chile en las últimas décadas.
Eso lo tiene muy claro el Premio Nacional de Medicina 2012. Los lácteos son alimentos únicos en su tipo y son irremplazables. “Los detractores no tienen base. La leche con sus condiciones de calidad de proteína, de ácidos grasos y vitaminas, es el alimento ideal. Y no hay otro que lo pueda reemplazar, al costo y al precio que tiene”, dijo hace algunos años. Sus palabras, más que nunca, siguen vigentes.
Fuente: Reportaje elaborado por el Consorcio Lechero.
Video: La Batalla por la Nutrición y Condiciones de Vida de los Chilenos - Dr. Fernando Monckeberg.