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Por Claudia Vargas García , 29 de julio de 2024 | 09:05Proyecto de divulgación incentiva consumo de lácteos en niños y niñas de la Región de Coquimbo
La iniciativa, en la que participaron académicos y estudiantes de la Escuela de Nutrición de la UCN, es una serie de cápsulas animadas donde se abordan también otros hábitos saludables.
Un grupo de especialistas del área de nutrición de la Universidad Católica del Norte (UCN) impulsó un proyecto de divulgación para incentivar el consumo de lácteos en niños y niñas de la Región de Coquimbo. Denominado “Nutriamigos”, su objetivo es contribuir a revertir el impacto del actual escenario alimentario que enfrenta el país, principalmente asociado con el empeoramiento de indicadores de riesgo, tales como la obesidad y el déficit de micronutrientes biológicos, según arrojaron recientes estudios en la materia.
La iniciativa, en la que participaron académicos y estudiantes de la Escuela de Nutrición de la UCN, es una serie de cápsulas animadas donde se abordan también otros hábitos saludables, entre ellos la ingesta de pescado, legumbres, frutas y verduras, así como el efecto del uso de pantallas. Su implementación piloto se realizó en jardines infantiles de la Región de Coquimbo y se espera que en los próximos meses se alcance a toda la red de establecimientos de JUNJI e Integra en esta zona.
El contenido está basado en las Guías Alimentarias para Chile, un documento de referencia del Ministerio de Salud, que fue elaborado en 2022 por académicos de diversas universidades nacionales y cuyo trabajo consideró la diversidad de la cultura gastronómica del territorio continental e insular del país.
La supervivencia de ésta identidad, de acuerdo a los especialistas, se encuentra en amenaza debido a múltiples factores, entre ellos el auge de los alimentos procesados, la pérdida de importancia de los productos de estación en los menúes familiares y las características de la comensalidad, marcada por el limitado tiempo que dedican las personas a planificar y organizar su alimentación.
La Dra. Claudia Bugueño, nutricionista y académica de la Universidad Católica del Norte, responsable del proyecto, dijo que el trabajo tendrá un impacto significativo en la formación de futuros profesionales del área, y también busca consolidarse como una herramienta importante para enseñar y educar a la población infantil, bajando el mensaje de las Guías Alimentarias del Minsal.
“Queremos contribuir a hacer una bajada del mensaje de este documento, de forma simple y didáctica, para que sea fácil de comprender por los niños, y así ayudar a que puedan modificar sus hábitos alimentarios y, de esta forma, contribuir a disminuir las tasas de malnutrición por exceso que tenemos en Chile. Aunque sabemos que es importante limitar el tiempo que los niños dedican a ver pantallas, quizás estos momentos puedan dedicarse a herramientas que les enseñan algo valioso”, dijo la especialista, quien es integrante del Comité Científico de Lácteos del Programa Gracias a la Leche, una instancia del Consorcio Lechero y que agrupa a una red de científicos y académicos de diversas universidades nacionales.
Las Guías Alimentarias, basadas en el derecho humano a la alimentación, se sustentan en cinco principios: la promoción de alimentos inocuos y sostenibles; potenciar los sistemas sostenibles; privilegiar los productos naturales y mínimamente procesados; considerar la diversidad de los territorios y la estacionalidad de la producción; y apreciar la importancia de las preparaciones caseras y respetar las culturas gastronómicas.
Nutriamigos
El proyecto de Nutriamigos -apoyado por la Dirección General de Pregrado de la Universidad Católica del Norte– considera cinco cápsulas de dos minutos. Su elaboración fue apoyada por profesionales del área de la educación de párvulos para que los colores y elementos gráficos utilizados fueran atractivos para estudiantes del primer ciclo escolar. Se trata de la primera fase de una iniciativa que aspira a alcanzar los diez episodios, y de este modo abordar todo el contenido que sugieren las Guías Alimentarias.
Los protagonistas de la serie son tres personajes: Nutritín, Broco y Súper-Be, cuyos corpóreos estuvieron presente en el lanzamiento piloto de esta iniciativa. Estos fueron elegidos por una votación de estudiantes de la carrera de nutrición de la UCN, tras lo cual los participantes de la iniciativa comenzaron a trabajar en el desarrollo de los guiones. Cada grupo de alumnos tuvo a cargo un tema en específico para ello.
El resultado fue revisado por periodistas, académicos, diseñadores gráficos y nutricionistas. El equipo a cargo de la iniciativa debió gestionar la grabación, buscar a quiénes darían voz a los personajes y la identidad que tendría cada uno de ellos. El proceso tomó más de ocho meses y tuvo la colaboración del equipo del área virtual de la casa de estudios, para montar y finalmente consolidar el producto. Todo esto además de una campaña de difusión, que incluyó el diseño y elaboración de los corpóreos.
La Dra. Bugueño afirma que las políticas públicas para fomentar hábitos de alimentación saludable, a la que se destinan muchos recursos desde el gobierno central, muchas veces no son efectivas, además de significar una gran carga para los profesionales del área en la atención primaria. Explorar nuevas vías de sensibilización y difusión surge como una estrategia oportuna en este contexto, valoró la académica.
“La retroalimentación que tuvimos de parte de las educadoras de párvulo fue muy positiva, lo consideraron una herramienta útil dentro de su planificación. Muchas veces, ellas tienen que incluir estos temas y no tienen cómo hacerlo o les complica encontrar una forma de hacerlo atractivo o entretenido. La decisión de utilizar los corpóreos en vez de animación era un poco para volver a la vieja escuela, similar al estilo Cachureos. Pensamos que podía ser una forma cercana, porque además luego los mismos personajes son los que hacen las intervenciones”.
Uno de los ejes que aborda el espacio es el consumo de lácteos, con mensajes destinados a preescolares, una edad fundamental para promover la ingesta de este y otros alimentos fundamentales para el óptimo desarrollo de los seres humanos. Sin embargo, según datos de diversos estudios internacionales, se estima que entre los seis y los 13 años es el período en que las personas dejan de considerarlo como un elemento central en su dieta, por factores que van desde la desinformación hasta lo económico.
Uno de los mitos más extendidos al respecto se da precisamente en torno a la leche y los niños y niñas, lo cual surge como una importante amenaza en nuestro país, con factores como el incremento del sobrepeso y el déficit de vitamina D en todos los grupos de la población y regiones. Incluso aquellas con mayor exposición al sol (una de las fuentes más importantes por las que se obtiene este nutriente).
“Habitualmente, los padres se preocupan por darle lácteos hasta los dos o tres años de edad, y luego empiezan a bajar porque piensan que no lo necesita, lo cual es una creencia tremendamente errada. Se ha puesto de moda el mito de que los niños no deben consumirla porque la leche solo la consume la vaca, pero la evidencia científica muestra que no es así. El principal motivo de ingerir leche es porque es una forma de suplir nuestras necesidades de calcio y vitamina D, principalmente”, advirtió la Dra. Bugueño.
El consumo de leche en poblaciones infantiles es esencial para su crecimiento: tres productos lácteos al día son fundamentales para que niñas y niños en edades tempranas puedan mejorar sus condiciones físicas y cognitivas, gracias a la disponibilidad de proteínas de alto valor biológico, tales como vitaminas del complejo A, la B y la D, y también el calcio.
Pese a esto, en nuestro país, un importante segmento de la población infantil no alcanza las porciones recomendadas por el Ministerio de Salud, lo que podría traer efectos negativos a nivel de salud pública en las próximas décadas, ya que la niñez es la etapa en la cual se alcanzan nuestras reservas de calcio futuras.
Preocupación por escenario actual
En nuestro país, en la última década se observa un descenso en los niveles de salud nutricional de los segmentos de menor edad, con un alza en la obesidad y mayor riesgo de sufrir desnutrición. Además el descenso en los niveles de vitamina D en la población, que obligan a la fortificación con este nutriente de todos los lácteos comercializados en Chile, a partir del año 2026.
De acuerdo al reciente mapa nutricional publicado por la Junaeb, para el año 2023, tres de cada cinco alumnos de quinto básico tienen sobrepeso (obesidad) y obesidad severa. Aunque el último estudio reveló un leve aumento (1,8 por ciento) de los niños y niñas con peso normal y una disminución de la obesidad y la obesidad severa (malnutrición por exceso en 2,2 puntos), a nivel nacional la mitad de la población infanto-juvenil tiene algún tipo de problema de sobrepeso malnutrición por exceso.
Claudia Bugueño remarcó que la implementación de acciones de divulgación en los colegios podría ser una estrategia costo-efectiva para revertir estos indicadores. Más aún en el caso de regiones como Coquimbo, donde a diferencia de la zona Metropolitana hay una mayor parte de áreas rurales, con menor acceso a frutas y verduras a lácteos.
“El principal mensaje es que los niños deben consumir lácteos a diario, y ojalá de la forma más pura posible, es decir sin azúcar adicional o entera. La evidencia científica es amplia respecto a que no es necesario que la consuman descremada, salvo en casos de obesidad severa”, señaló la académica de la UCN.
En Chile, la entrega de Leche Purita desde los años ’70 fue una estrategia exitosa en la erradicación de la desnutrición infantil, cuyo impacto tiene devastadoras consecuencias para la salud en el largo plazo. Un reciente informe emitido por científicos de la Universidad de Chile y el Comité Científico de Lácteos expuso que su impacto fue clave para minimizar el impacto de una deficiente asimilación de nutrientes y la ocurrencia de anemia en niños, “alcanzando niveles de nación desarrollada”.