Columna de Opinión
Por Claudia Vargas García , 4 de enero de 2022Adultos mayores y el rol de los lácteos: Envejecimiento más saludable
El Dr. en Nutrición, Rodrigo Valenzuela, director del Comité Científico de Lácteos, señala que estudios han sugerido que el consumo de productos lácteos se ha asociado con menor riesgo de hipertensión, coagulopatía, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular.
Seguir consumiendo lácteos luego de la niñez es una decisión que se debe mantener a lo largo de la vida. Una alimentación saludable contribuirá a un mejor desarrollo y a enfrentar mejor el envejecimiento a través de la nutrición.
Los lácteos son un aporte a la salud cardiovascular, a la formación y conservación de la masa muscular, por su proteína de alta calidad y a la prevención de osteoporosis, ya que su calcio tiene alta biodisponibilidad. ¿Qué significa? Que lo pueden aprovechar mejor.
La hipertensión y diabetes 2, que son frecuentes en personas cada vez más jóvenes, causan problemas graves en adultos mayores. Por lo tanto, es aquí donde destacamos que consumir proteína láctea contribuye a aumentar la respuesta de la insulina en las personas con diabetes del tipo 2, a la vez que los lácteos bajos en grasa se han asociado inversamente con la glicemia y la presión arterial. El consumo de lácteos puede disminuir el riesgo de desarrollar diabetes, ya que ayuda a un mejor control metabólico.
Además, algunos estudios han sugerido que el consumo de productos lácteos se ha asociado con menor riesgo de hipertensión, coagulopatía, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular, y que contribuye a la función y protección de los riñones.
En el sistema inmune, también se ha observado que la matriz láctea, que es la estructura de nutrientes que posee, contribuye a fortalecerlo. Y, junto a ello, algunos lácteos fermentados contienen probióticos, que ayudan a la microbiota intestinal; contribuyen a mejorar la digestión y absorción intestinal, reducen el riesgo de cáncer colorrectal, como también producen un efecto neutro a protector en el cáncer de vejiga y de mama.
Las 3 porciones diarias de lácteos recomendadas, junto a una alimentación saludable y actividad física permanente, evitando el sedentarismo, pueden hacer la diferencia en una mejor salud de los adultos mayores. Dejar de consumirlos en la adultez por intolerancia a la lactosa ya no es una excusa, debido a que existe una vasta gama de productos lácteos sin lactosa, para que puedan consumirlos sin problemas, accediendo a nutrientes esenciales para su cuerpo.
Es un tema de salud pública y de decisiones de consumo que no pueden ser vistos a la ligera. Nuestra invitación es a ampliar la mirada, basados en que existe evidencia científica que reafirma la importancia del consumo de lácteos en cada etapa de la vida. Es una oportunidad de aportar a la salud de las personas de la tercera y cuarta edad con un alimento sano.
Rodrigo Valenzuela
Dr. en Nutrición.
Director Comité Científico de Lácteos.